Homicidio imprudente por alcoholemia en Euskadi

Se considera homicidio imprudente por alcoholemia cuando una persona causa la muerte de otra en un accidente de tráfico y conducía bajo los efectos del alcohol, superando las tasas permitidas o mostrando signos evidentes de embriaguez. No es necesario que haya intención de matar, sino que la conducta sea negligente o temeraria.

Según el Artículo 142 del Código Penal, las penas pueden ir desde:

• 1 a 4 años de prisión,

• Privación del derecho a conducir de 1 a 6 años.

En casos graves o con agravantes (alta tasa de alcohol, exceso de velocidad, reincidencia…), las penas pueden aumentar.

Sí. Al tratarse de un delito grave con resultado de muerte, no se puede resolver por la vía administrativa ni como un simple juicio rápido. El caso pasará por fase de instrucción y juicio penal ordinario ante un juez.

Sí, es posible. Aunque no tengas antecedentes, la pena de prisión por homicidio imprudente no siempre se suspende, especialmente si el juez considera que la conducta fue especialmente grave. Contar con un buen abogado puede marcar la diferencia entre prisión efectiva o una medida alternativa.

La prueba de alcoholemia es clave. Sirve para demostrar que el conductor estaba bajo los efectos del alcohol, lo cual puede considerarse imprudencia grave. Sin embargo, también deben evaluarse otras pruebas: periciales, reconstrucción del accidente, informes médicos, etc.

Sí. Existen fórmulas como la conformidad penal, que permite reducir la pena hasta en un tercio, y también la reparación del daño (por ejemplo, indemnizar a la familia de la víctima) como atenuante. Un abogado especializado puede ayudarte a negociar un acuerdo que minimice las consecuencias.

Sí. La pérdida del permiso de conducir es una de las penas más habituales, y puede extenderse hasta 6 años, dependiendo de la gravedad del caso. En algunos casos se puede solicitar su recuperación una vez cumplida la parte de la pena correspondiente.

Tienes derecho a no declarar contra ti mismo, pero en este tipo de procesos es importante valorar si declarar puede beneficiar tu defensa. Tu abogado te orientará sobre si conviene hacerlo y cómo preparar esa declaración de forma estratégica.

Ambas opciones son posibles. Sin embargo, dado que este tipo de delitos son complejos y tienen consecuencias graves, lo más recomendable es contar con un abogado particular especializado en Derecho Penal y accidentes de tráfico con alcoholemia.

En ese caso no se trata de un homicidio imprudente, sino de un posible delito de lesiones imprudentes. La gravedad de las penas dependerá de la intensidad de las lesiones (leves, graves o muy graves) y de si el conductor estaba bajo los efectos del alcohol. Puede conllevar multas, pérdida del carnet e incluso prisión si las lesiones son graves y hay imprudencia grave.

Cuando la víctima no fallece pero sufre lesiones permanentes o queda en estado de coma, se considera un delito de lesiones imprudentes graves o muy graves, regulado en el artículo 152 del Código Penal. Las consecuencias legales son severas, incluyendo penas de prisión de hasta 3 años, inhabilitación para conducir y elevadas indemnizaciones económicas por los daños causados.

No. La principal diferencia radica en el grado de imprudencia atribuida. Si el conductor supera los límites de alcoholemia establecidos legalmente, se considera una imprudencia grave, lo que agrava considerablemente las penas. En cambio, si no hay presencia de alcohol pero sí una conducta negligente (como distracción o exceso de velocidad), el caso puede considerarse una imprudencia menos grave, con penas más moderadas.

Cuando el accidente se produce por culpa de la víctima, aunque el conductor haya dado positivo en alcoholemia, no siempre se considera que exista responsabilidad penal por homicidio imprudente. En estos casos, se analiza cuidadosamente la causalidad del accidente, es decir, quién lo provocó realmente.

El hecho de superar el límite legal de alcohol no implica automáticamente la culpabilidad en el siniestro. Si se demuestra que la conducta de la víctima fue la causa directa del accidente (por ejemplo, cruzar indebidamente, invadir el carril contrario, etc.), el conductor podría no ser condenado por homicidio imprudente, aunque sí puede enfrentarse a sanciones administrativas o penales por conducir bajo los efectos del alcohol.

Por eso es fundamental contar con un abogado penalista experto que pueda acreditar los hechos con pruebas periciales, testigos e informes técnicos que demuestren la verdadera causa del accidente.